11 de agosto de 2006

Me ha sorprendido la declaración de "2.500 intelectuales" solicitando a la administración Bush que no interfierá en la soberanía cubana, tras la abdicación del trono en el hermanísimo.

Y me sorprende porque el presidente Bush ha sido extraordinaria e inesperadamente claro en sus declaraciones. Los exiliados cubanos en Miami no tienen nada que hacer en Cuba, corresponde al pueblo cubano echar a quien tienen que echar, y no tienen el apoyo del gobierno federal, que pondrá trabas al movimiento de personas en ambas direcciones. De veras. Lo dijo Bush en el rancho Crawford, Texas.

Y es que algunos se han quedado con las ganas de que Bush diese algunos golpes en la mesa, de forma que, aún los que tenemos prejuicios contra Estados Unidos, no podemos más que pensar que hay mucho falso intelectual que se apuntan a un bombardeo, pero que no tienen ni idea de los movimientos en política internacional de las últimas semanas.

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